... para llamarnos y decirle a Ana ¿qué tal?... o a Edorta.... o a Luis Mari...
En el fondo, es que a Ana la han operado de unas piedrecillas en la vesicula o por ahí, y que cualquier otro seguro que se alegra de recibir una llamada para nada, una llamada de "me apetece llamar". De esas que nunca hacemos porque siempre llamamos para algo... somos tan idiota que sin un "para" no sabemos llamar...
Evolución, lo llamamos... ¡señor!
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