Dice Joserra que no le gusta que le llamen The Boss. Y debe ser cierto, porque no vi a nadie con el seudonimo grabado en ningún sitio. Además, los gritos de "Bruce, Bruce, Bruce" eran unánimes.
Dos palabras para definir el concierto que tuve la oportunidad de vivir el sábado junto a Joserra y a Ana (y no hago el chiste del torero): Admirable y Emotivo.
Mis Bee Gees no son así, son de otra forma. Bruce y la E Street Band tocaron tres horas, sin parar. Se mojaron con nosotros, cantaron y tocaron de forma bonita, ecomcionante y elegante. A mi me parecia una banda sinfónica de rock. Con sus guitarras, pero con su coro funky (me gusta decirlo así), sus metales, su saxo, qué saxo por Dios,... sus baladas, sus "crescendos", sus silencios...
Pero lo mejor fue la emoción, la energía con la que Bruce nos contagió a todos. Como Oihala, parecía un inconsciente de todo. Tal vez, con algo más de ensayo que nosotros, todo erá mágico. De otro tiempo, le decía ayer a Ana por teléfono. Tres horas donde el mundo paro, se olvidó (excepto por los móviles y sus luces) de la maldita teconología, de los odios y fobias, y como dijo Bruce, estuvimos rezando (a ritmo de rock) porque la cosa cambie, y cambie a mejor.
Fue una liturgia. No fue un concierto de músi, Fue un cantó, así li viví yo, al buen rollo, a pasarlo bien, a intentar hacernos felices unos a otros...
Joserra, bendito seas y bendito sea Bruce Springsteen y la E Street Band. En mi vida ya podré decir que lo viví en directo y todo gracias a la perserverancia compulsiva del bueno de Joserra (y de Ana, todo hay que decirlo, que ha tenido mucho que ver en todo esto).
Ver a Bruce me ha cambiado un poco, me hace mejor persona, de verdad. Sé que os parecera exageradisima mi reacción a algunos y algunas, pero lo que viví en Anoeta era algo tan excepcional... era como un grupo de música haciendo música, como un tipo intentando agradecer a 40.000 su presencia bajo la lluvia, como un grupo intentando tocar lo mejor posible y con la mayor sensibilidad posible... Y eso, ya no se lleva. Ahora los grupos de música, los mejores, relegan su talento al servicio del espectaculo. Es lo que llamamos evolución.
Que Dios bendiga a Bruce Springsteen y a la E Street Band. Yo, que soy fan de Bee Gees, me emocioné de comprobar como otros son grandes, son especiales y tienen el detalle de hacerme la vida durante tres horas más feliz y mejor.
Impresionante, diria el torero. No, de otro mundo, de otro tìempo... Emocionante.... Durante tres horas no hubo malas personas en el mundo. No hubo paro, rencor, violencia...
Tres horas de buen rollo. La mejor biblia que el ser humano puede escribir. Gracias Joserra y gracias Ana.
1 comentario:
Qué puedo añadir? Oir hablar a Joserra sobre Bruce Springsteen y sus directos es como oir a Aitor hablar de los Bee Gees: un derroche de pasión. A qué viene esto? Pues a aclarar que nuestras expectativas (y me refiero a las de Aitor y las mías), eran bastante altas. Y cual fue la realidad? Bueno...que se cumplieron...se superaron...se multiplicaron...
Va a ser difícil contaros algo más sin repetirme con Aitor, pero lo intentaré.
Joserra se aventuró a llevar a dos completos novatos en estas lides, aún a riesgo de salir él perdiendo. El día iba a ser largo, muy largo. Y, sin saber cómo, las pequeñas piezas de un gigantesco puzzle empezaron a encajar. Poco a poco. Llegamos en el momento apropiado para poder estar en el concierto donde queríamos estar: delante justo del escenario.
Ahora lo pienso y no sé cómo fueron pasando las horas (un montón) exactamente, pero no resultó excesivamente pesado. El ambiente que se vive en el pre es ameno, de buen rollo, con risas. Si hubo algo más, no fui capaz ni siquiera de verlo, no lo recuerdo.
Y no se nos hizo largo. Y el extra por el que estuvimos rezando todo el día (pero para que no llegara) hizo su aparición estelar media hora antes del comienzo del concierto: nuestra amiga la lluvia. Y algo que parecía que iba a estropear lo que íbamos a vivir, lo hizo más grandioso, si cabe. Juro que en mi vida me he mojado tanto!! Os podéis creer que el público no se quejaba? Vitoreábamos a Bruce para que saliera, bromeábamos con el equipo que trabajaba en la puesta a punto...pero sin mal humor ni nada por el estilo.
Y entonces aparecen Bruce y la E Street Band y te olvidas de todo. Y nos deleitan con una primera canción sobre la lluvia y el público se desgañita y se deshace desde los primeros acordes, que no tienen fin porque enlazan una canción con otra y otra y otra... !!!Por Dios, creí que se me salía el corazón!! Y Bruce se hizo cómplice de la lluvia y decidió que si no nosotros nos mojábamos por él, él se mojaba con nosotros. Y todo esto con una con tínua sonrisa grabada en su rostro.
Tres horas...!!!tres horas seguidas!!Ese hombre y su banda y todo su equipo estaban ahí arriba por nosotros, para nosotros. Era lo único que les importaba y se entregaron como parece que sólo ellos saben hacer. Sobre el tema instrumental y de sonido ya ha hablado Aitor y, como opino lo mismo, no puedo decir nada más.
Cuando pararon de tocar no se oía ni un solo "OTRA!!, o BESTE BAT!!, o ANOTHER ONE!!. Con qué derecho exijes eso a alguien que te acaba de entregar tres horas de lo mejor de si mismo?
Sentí algo muy extraño. Y leyendo lo que ha escrito Aitor sé lo que es. Al igual que en OIHALA allí estábamos un grupo de gente tan variado y diferente, que hubiera sido imposible unirnos si no fuera por algo así. Bruce nos unió igual que nos une OIHALA. Y durante esas tres horas sentí que me gustaba el mundo en el que vivo.
Y...puedo decirlo, chicos? Los tres lloramos como niños.
Gracias Joserra y gracias Aitor porque habéis hecho(junto con Bruce Springsteen y la E Street Band) que el sábado entre a formar parte de esas cosas de mi vida que nunca olvidaré.
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